El juez Gary Sharpe rechazó este viernes la demanda interpuesta contra la ley que permitirá a los migrantes indocumentados de Nueva York poder tramitar una licencia de conducir, lo cual quiere decir que las licencias se quedan.
En su fallo, el juez dijo que el secretario del condado de Rensselaer, Frank Merola, no tenía capacidad legal para demandar al estado.
La demanda de Merola era la última oportunidad que los opositores a la ley Green Light tenían para impedir que los indocumentados hicieran el trámite.
Tras el fallo de Gary Sharpe, los migrantes sólo deberán esperar hasta el 16 de diciembre para poder hacer el trámite en las oficinas del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV).
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— Green Light NY: DT (@GreenLightNYDT) December 10, 2019
Al menos otras tres demandas siguen pendientes o están en apelación, pero no se resolverán antes del lunes.
La ley permite a los inmigrantes usar documentos emitidos en el extranjero para demostrar su identidad y edad y obtener la licencia.
Además, aseguraban que podrían ocupar las licencias para cometer fraudes de identidad, bancarios o robo de identidad.
Pero, Gary Sharpe dijo que las autoridades no violarían la ley al otorgar esas licencias, en ese caso serían los migrantes quien violen la ley.
Cabe aclarar que, aunque estas licencias no pueden usarse para abordar un avión, permitirán que los migrantes puedan manejar sin miedo a ser detenidos.