Aunque el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró la defensa de los migrantes es un principio básico para México, sus funcionarios se habrían encargado de cumplir con los designios del gobierno de Estados Unidos en varias partes de la frontera, reportó el diario The New York Times.
A través de un reportaje, el Times denunció que en los últimos meses las autoridades mexicanas han bloqueado el paso a los migrantes en los pueblos fronterizos, impidiéndoles caminar hacia los puentes de cruce para solicitar asilo en EU.
También han detenido a menores no acompañados antes de que lleguen a la Unión Americana, limitando la cantidad de personas que llegan a la frontera.
Con el cambio de gobierno se pudo ver una nueva práctica, el gobierno de México comenzó a recibir mujeres, hombres y niños migrantes que habían solicitado asilo en Estados Unidos, aunque de momento el programa solo opera en Tijuana, se espera que esta iniciativa sea implementada en otros puertos fronterizos.
Al respecto, la administración federal dijo que los migrantes serían recibidos por cuestiones humanitarias, sin embargo, el portavoz de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Roberto Velasco, dijo en ese entonces que no serían aceptadas personas que puedan ser víctimas de violencia en México.
Sin embargo, el Times acusó a los funcionarios de la administración de Andrés Manuel López Obrador de mantener esa postura para no hacer enojar a Donald Trump, pues los mexicanos no creen que el magnate cambie de parecer, así que han evitado una pelea pública sobre el tema.
Aunque el nuevo presidente de México ha realizado diversos cambios en la forma de hacer política, medidas que han disminuido drásticamente la cantidad de migrantes centroamericanos deportados, aún quedan asuntos sin tocar.
Aunque López Obrador dijo que no iba a cooperar con la agenda migratoria de Trump, en los que va de gobierno, ha seguido esa agenda en varios frentes, incluyendo el aceptar a las mujeres y niños devueltos pese a las promesas de que solo acogería a los solicitantes de asilo que fueran varones adultos.
Melissa Vértis Hernández, secretaria técnica Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, dijo que México continúa realizando su papel de contener el flujo migratorio para Estados Unidos.
Lo anterior fue reforzado la semana pasada por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien declaró en entrevista con Denisse Maerker en Radio Fórmula que México no es un problema migratorio para EU, pues el flujo migratorio es nulo, regresan los mismos migrantes que se van.
En dicha entrevista la funcionaria culpó a las caravanas migrantes de generar caos y desorden, además, culpó a la organización Pueblo sin Fronteras de incentivar la migración irregular por México.
Desde el inicio de las caravanas migrantes en 2018, los flujos migratorios en México se han mantenido constantes, es decir, cruzan por territorio nacional la misma cantidad de migrantes, solo que viajan en grupos para sentirse protegidos.
Por otro lado, e Times indicó que seguir los pasos de EU ha dejado al gobierno mexicano sin una política migratoria clara o consistente, de modo que los estados y municipios fronterizos se encuentran en la posición de tener que defenderse solos ante presión de sus contrapartes estadounidenses.
En Reynosa, Tamaulipas, los oficiales mexicanos impiden a los migrantes cruzar el puente para solicitar asilo en McAllen, Texas. Por lo que los migrantes se ven forzados a probar suerte en otros pueblos.
En Piedras Negras, Coahuila, los funcionarios reunieron a cientos de migrantes que llegaron en caravana en las últimas semanas y los mantuvieron vigilados en un albergue con contacto limitado con otras personas, de acuerdo con activistas. Después del furor público ese albergue fue cerrado y muchas de las personas fueron llevadas a otras ciudades y pueblos en la frontera.
Mientras que el alcalde de Ciudad Juárez ha amenazado con demandar a un gobernador vecino por movilizar a los migrantes a esa ciudad.
Esos son solo algunos casos, en la frontera comienza a reinar la incertidumbre, aunque México dijo en un inicio que no recibiría mujeres y niños, la realidad es que a finales de enero comenzaron a llegar algunas familias que habían solicitado asilo en EU, lo peor es que la mayoría están expuestas a los grupos criminales de Tijuana, Baja California.
México responde
Tras ser acusado por el New York Times, el gobierno de México respondió a través de un comunicado conjunto emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Gobernación (Segob), en el que expresaron que la política migratoria de México es soberana y busca preservar los derechos de los migrantes.
El @GobiernoMX ha sido el primero en adoptar el Pacto Mundial para la Migración promovido por la @ONU_es. La política migratoria de México es soberana y busca preservar los derechos de los migrantes. https://t.co/pvqMaps27s pic.twitter.com/ca78lN3etK
— SRE México (@SRE_mx) 3 de marzo de 2019
En dicho documento, las secretarías afirman que el Gobierno de México ha desplegado una nueva política migratoria basada en dos pilares fundamentales: la defensa de los derechos de los migrantes y la promoción del desarrollo económico desde una visión humanitaria, para atender las causas estructurales de la migración.
“México ha otorgado un estatus legal a más de trece mil personas extranjeras que ingresaron por la frontera sur para documentar su ingreso y facilitar que algunos se inserten en el mercado laboral” resalta el documento.
Sobre las caravanas migrantes el gobierno reiteró que “no existe un acuerdo vinculante con el Gobierno de Estados Unidos para responder al aumento en el flujo de personas, principalmente familias procedentes de Centroamérica, que deseen transitar hacia México y Estados Unidos en busca de oportunidades de desarrollo y protección”.
En cuanto a la devolución de solicitantes de asilo, el documento suscribe lo siguiente “México ha autorizado el ingreso de algunos solicitantes de asilo desde Estados Unidos en tanto se efectúa su audiencia con las autoridades correspondientes. La alternativa, la deportación de nuestro país, implicaría negar el derecho de asilo que el Gobierno de México suscribe y protege”.
“En consecuencia, las autoridades migratorias de México mantienen una fluida comunicación con sus contrapartes estadounidenses a fin de garantizar que el tránsito de personas por la frontera común se realice de manera segura y ordenada. Asimismo, el Gobierno de México ha fijado criterios específicos para el retorno de ciertas personas que ingresaron a Estados Unidos para solicitar asilo, como no admitir menores no acompañados a nuestro territorio ni permitir la separación de familias”.
Con información de The New York Times
