La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ya investiga el caso de dos mujeres migrantes detenidas en Georgia, las cuales fueron sometidas a una esterilización forzada. Además, declaró que las autoridades mexicanas han sido negligentes con la situación por hacer caso omiso de ella.
La institución lanzó el 9 de octubre un comunicado en apoyo a las posibles victimas de una histerectomía forzada. A través de éste declara que las SRE y el INM no brindaron el apoyo que ellas necesitaban. A pesar , de que ellas informaron sobre el abuso.
La esterilización forzada es una violación a los derechos humanos
Se le considera esterilización forzada, cuando esta práctica no es necesaria y se realiza sin el consentimiento de la persona involucrada.
Cabe destacar, que la Asociación Médica Mundial (AMM) y la Federación Internacional de Organizaciones de Salud y Derechos Humanos (IFHHRO) reprueban esta práctica, porque viola a los derechos humanos de las mujeres en , sobretodo, en situación de vulnerabilidad. Por consiguiente, esta cirugía forzada afecta su salud física y mental.
Ambas mujeres dijeron haber sido perjudicadas por estas prácticas, cuando estuvieron detenidas en el Condado de Irwin, Georgia, Estados Unidos.
Negligencia a las autoridades migratorias de ambos países
La CNDH aclara que tuvo conocimiento del caso después de las notas periodísticas publicadas sobre el suceso. Luego, contactó directamente al personal de la quinta visitaduria general de la CNDH con organizaciones de la sociedad civil en Estados Unidos y Canadá.
Gracias a lo anterior, la institución logró contactar a estas dos mujeres en México, las cuales decidieron levantar una queja a esta comisión.
Las autoridades migratorias de EEUU detuvieron e ingresaron a las involucradas al Centro de detención del Condado de New York. Posteriormente, las sometieron a una cirugía sin su consentimiento.
Las migrantes indicaron que durante su estancia les dieron los números telefónicos del Consulado de México de Atlanta, Georgia. Sin embargo, nunca recibieron una respuesta o ninguna entrevista por parte de alguna autoridad consular.
Además, una de ellas dijo que una vez deportada, llegó a las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) y, poco después, informó al personal que tres días antes había sido víctima de una esterilización forzada.
La migrante requería cuidados post cirugía y necesitaba atención médica, debido a que tenía mucho dolor. Como consecuencia, la institución sólo le asignó a una enfermera, quién le hizo una curación en las heridas y le recetó diversos medicamentos.
A su llegada a México, también tuvieron trato con servidores públicos de la SRE, quienes también se enteraron de la situación y les indicaron que se comunicarían con ellas después. Lo anterior, no sucedió y la indiferencia de las autoridades se hizo presente.
Finalmente una vez que terminaron su trámite les ordenaron subir a un autobús que las llevaría a su destino, ya en México.
En razón de los hechos, ambas mujeres presentaron queja ante este Organismo Nacional, el cual dará puntual seguimiento a la investigación y apoyo a las víctimas.