Maribel Hernández y Reyna Isabel Álvarez, trabajadoras mexicanas migrantes, presentaron una demanda por explotación laboral contra Acadia Processors LLC, planta procesadora de mariscos estadounidense.
Declararon ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales de los Estados Unidos (NLRB), así como una denuncia ante la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) que la empresa les pidió que, mientras estuvieran enfermas, se mudaran a una vivienda más aislada sin paga. Situación a la que ellas se negaron.
Las mujeres empacaron sus maletas y se dirigieron a un hospital para realizarse pruebas de coronavirus y recibir atención médica.
Ambas dieron positivo, al igual que otros empleados de la planta.
En mayo, los supervisores de la fábrica despidieron a las trabajadoras y las amenazaron con informar a las autoridades de inmigración.
Ambas trabajan con visas temporales H-2B que están vinculadas a un trabajo específico, dejándolas con pocas opciones si sufren de abuso o explotación laboral.
Motivo por el cual las mexicanas decidieron demandar a la compañía por explotación laboral.
Según el gobierno de México, más de mil 100 mexicanos han muerto por coronavirus en Estados Unidos.
Las plantas de procesamiento de alimentos han sido semilleros para Covid-19 ya que los empleados trabajan largas horas en lugares cerrados.
Este caso incrementa la preocupación que viven los trabajadores migrantes quienes durante la pandemia corren un mayor riesgo de explotación e infección.